sábado, 23 de noviembre de 2013

Los elementos básicos: el punto, la línea y el plano

El punto
Es el elemento primario de la expresión plástica, no tiene dimensiones, solo tiene posición. 
El punto es consecuencia del encuentro del instrumento con la superficie material, la base o el soporte.
El resultado visual depende del tipo de instrumento utilizado para realizarlo, del soporte y del material o técnica empleados.
Al no tener dimensiones, implica la ocupación o concreción de un espacio mínimo. Pero puede aumentar su tamaño tanto como se quiera.
Puede expresar: precisión, intersección e interrupción. Además, puede configurar formas (puntillismo), texturas u ornamentaciones.



















La línea
Es el elemento resultante del movimiento del punto. Tiene dirección, cuando esta es invariable tenemos una línea recta.
Reemplazamos la palabra "movimiento" por la palabra "tensión", que es la fuerza interior del elemento. 
Hay líneas simples y complejas; rectas, curvas, quebradas, onduladas. 
Según su posición: vertical, horizontal, inclinada. 
Según el rastro: fina, gruesa, difusa, irregular, precisa, etc.
Puede expresar suavidad, dulzura, agilidad rigidez, reposo, brusquedad, fragilidad, fuerza, inseguridad, imprecisión, indecisión,  temblor, movimiento, dirección, etc.
Su función puede ser objetual, de contorno, de sombreado o formando texturas.























El plano 
Magnitud continua que tiene dos dimensiones, largo y ancho, pero no espesor o profundidad.
Las superficies pueden ser verticales, horizontales, inclinadas, cóncavas, convexas, torcida, distorsionada, curvada, angular, etc.
El plano en el espacio gráfico se presenta en áreas con formas determinadas que percibimos por contraste de figura y fondo o por un contorno lineal. 

Las variaciones de luminosidad de una superficie pueden producir efectos de luz y sombra.



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